miércoles, 26 de agosto de 2015

 Equipo de la temporada 1967/68. Tomás, Fortuny, Camps, Gracia, Echeverría, Arnau, Luengo; (abajo) Alujas, López, García-Ramos, Garriga, Pons y Mercadé.

      Hoy con la épica del final del Nàstic-Albacete aún fresca en la retina de los aficionados que optaron por no irse antes de tiempo del campo, quiero recordar dos partidos que viví de niño y adolescente pero cuyo recuerdo no se me ha borrado. Más cercanos en el tiempo están sendos empates a cuatro que los granates protagonizaron ante el Gavá con goles de Fran, Vega, Pallarés y Masnou de penalti en setiembre de 1998, y que repitieron el mismo mes del 2002 frente al Alicante con tantos de Gordillo, Codina, Diego Ribera y Castillejo. Fueron partidos que destilaron emoción por las alternativas del marcador.

Frente al Eibar, 3 goles en 5 minutos

    El primer partido al que me refiero fue una eliminatoria de ascenso a Segunda de la temporada 1963/64, el Nàstic perdió 4-1 en Ipurúa en una mala tarde ante un conjunto eibarrés muy acertado, el 14 de junio a las 6 de la tarde se disputaba el partido de vuelta. Al minuto 80 el marcador señalaba un decepcionante 0-0, cuando el bilbaino Martín Echverría desde la frontal en la portería del Gol del Tenis agarró una bolea durísima que supuso el 1-0; dos minutos después el rapitense Joan Beltri se inventa una vaselina perfecta que supone el 2-0; y en los segundos de descuentos a la salida de un córner el defensa Liñero choca con el meta vasco el balón queda muerto y Serer lo empuja a la red. Eliminatoria empatada (entonces los goles en campo contrario no contaban doble) y partido de desempate el martes a las cinco de la tarde ante poco más de un centenar de espectadores en Vallecas y el Nàstic con goles de Rifé y Puig elimina al Eibar. En la última eliminatoria el Hospitalet en partido de desempate dejaría al Nàstic en Tercera.

     Estos fueron los onces del memorble choque, por el Nàstic: Palau; Ramón Llobet, Liñero, Gracia; Marañón, Echeberría, Duran, Beltri, Serer, Quimet Rifé y Puig; por el Eibar; Barriondo; Lozano, Muñoz, Castillo, Aranegui, Larrabeiti, Pajares, Baqué, Gárate (luego triunfaría en el Atlético) Alfonso e Iceta. Arbitró Bañón Gonzalvez.

Frente al Figueres 4 goles en 30 minutos

     El segundo partido ocurrió la temporadaq 1967/68, el Nàstic estaba a dos puntos del segundo clasificado cuando el 14 de enero de 1968, a las cuatro de la tarde, recibía al Figueres situado en la parte baja de la clasificación. Frío, lluvia, viento pero más de 4.000 espectadores en la Avinguda Catalunya que se quedó helada como la tarde cuando al minuto 40 de partido los ampurdaneses ganaban 0-3 (Blanquera I, Fariñas y Pío). Los granates no abrieron el marcador hasta el minuto 15, cuando Mercadé de cabeza anotaba el primero; habrían de pasar veinte minutos más hasta que Parisi de jugada personal marcaba el segundo; a falta de cinco minutos Cinto López empataba el encuentro y en el 45, Antonio Borrego que desde el minuto 65  jugaba lesionado y como solía hacerse entonces que no existían los cambios se aparcaba al jugador en punta para molestar lo menos posible, pues bien Borrego de cabeza a la salida de un corner daba la vuelta completa al marcador, a este tipo de gol marcado por el jugador lesionado se le denominaba 'gol del cojo'.

     Estos fueron los onces: Nástic: Tomás; Alegret, Borrego, Gracia; Echeverría, Arnau, García Ramos, Latorre, López, Parisi y Mercadé; por el Figueres: Mis (un caso único en el futbol catalán pues fue portero, entrenador y Presidente del Girona en etapas distintas) Monrás, Cortada, Rivero, Rafa, Blanquera II, fariñas, Pío, Blanquera I, Bartolomé y García. Arbitró Armando Pérez Moreno.

   Solamente dos jugadores vivieron ambos partidos Pepe Gracia (padre de los propietarios de las zapaterías Sacha) y Martín Echeverría. Episodios como los narrados son los que sirven para forjarse en el sentimiento nastiquero.
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