Con identidad
Jean Luc junto a Alex López y Rocha lo mejor del partido.
En el fútbol profesional moderno los equipos deben de poseer su propia identidad, su ADN que les distinga, su certificado ISO 9001 que acredite su calidad. El Nàstic comenzó a elaborar su genética futbolística la temporada 2013-14 cuando de la mano de Vicente Moreno atesoró doce triunfos consecutivos, y siguió en el pasado curso liguero marcando su propio estilo en el que la esencia está en la posesión del balón y la dicotomía ataque-defensa se resuelve como un logaritmo simple. El Nàstic gusta y se gusta, se arma bien atrás minimizando los riesgos, en la sala de máquinas genera un fútbol paciente, elegante y eficaz, y arriba busca, lo que todos, la rentabilidad. El fútbol es, pro desgracia, resultadista pero bravo por aquellos entrenadores que consideran que se puede ligar al espectáculo.
Frente al Real Zaragoza, un equipo en construcción pero con el objetivo de regresar a Primera, el Nàstic realizó un primer tiempo brillante, con momentos de magia y sobre todo con un plausible desgaste físico. Fue contundente atrás, imaginativo en el centro y percutió media docena de veces ante la puerta maña con el premio de un gran gol de Giner. Se mostró como un equipo solvente, de movimientos mecanizados y sumamente combativo.
En la segunda parte que comenzó con un oportuno gol de Rayco, el Zaragoza remendó el once taponando las vías de agua y los granates siguieron fieles a su concepción futbolística hasta que el carrusel de cambios rompió el equilibrio de líneas, se desconectó el juego fluido y dos errores evitables, en tres minutos, regalaron un empate a los aragoneses (el mismo resultado que en la pasada campaña cosechó el filial zaragocista en su partido en el Nou Estadi). Ah¡ que no se me olvide, excelente arbitraje del joven (20 años) colegiado tarraconense Gonzalo Romero Freixas, nieto del expresidente del Nàstic Baudili Freixas.
Estos fueron los 20 protagonistas granates: Reina (poco trabajo con salida fallida); Gerard (profundidad insistente), Xisco Campos (atento y remate al poste), Marí (dudó en el segundo gol), Mossa (más presencia defensiva que ofensiva), Gal Arael (práctico, jugó mermado), Rocha (generó fútbol con criterio), Jean Luc (irreconocible, genial en ataque y sacrificado en defensa), Rayco (sinónimo de gol), Alex López (un crack, movilidad, protegió el balón y tuvo el gol en sus botas), Giner (ahora figura en la alineación como Ferran GP será por Giner Peris o porque es como una moto GP?); Tomeu (vendido en el primer gol, falló en el segundo por falta de comunicación con Mari), Tejera (a ratitos), Xisco Muñoz (pinceladas pero mejor que la pasada temporada), Jordi Calavera (la Pobla se le queda pequeño), Marcos (salió pero no estuvo), Naranjo (poco participativo), Emaná (aún lejos de su mejor estado físico, dejó detalles de cinco estrellas), Fali (un torbellino que ha de pausar el juego) y Moussa (anticipación pero una pérdida de balón muy peligrosa).
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